ORACIÓN GRABADA
TEMA: AYUDA A LAS ALMAS DEL PURGATORIO
P. Dario Bencosme
P. Dario Bencosme
¿QUE HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?
La razón nos dice que, tras la muerte, el cuerpo, siguiendo las leyes de la naturaleza material, se corrompe, pero que el alma, al ser de naturaleza incorruptible, sigue subsistiendo, el alma nunca muere, cada uno de nosotros somos inmortales, Papá Dios nos creo, nos hizo inmortales para que juntos con El disfrutemos felicidad eterna..
¿PERO A DONDE VAMOS?
Para entender a donde vamos después de morir, debemos entender ¿que es la vida?, ¿que es el cielo?, ¿que es el infierno? y ¿que es el purgatorio?, debemos entender que jamás estaremos solos, que somos una familia, en común unión que somos Todos los hijos de un solo Dios y miembros de una sola familia en Cristo.
¿PERO A DONDE VAMOS?
Para entender a donde vamos después de morir, debemos entender ¿que es la vida?, ¿que es el cielo?, ¿que es el infierno? y ¿que es el purgatorio?, debemos entender que jamás estaremos solos, que somos una familia, en común unión que somos Todos los hijos de un solo Dios y miembros de una sola familia en Cristo.
¿QUE ES LA VIDA?
La vida es un
maravilloso regalo de nuestro Padre Dios y debemos saber apreciarla y
aprovecharla. Es lamentable que muchísimos hombres actuales vivan su vida como
si fueran a vivir aquí en la tierra eternamente
Vive cada momento presente con intensidad y con amor.
El amor es lo que da sentido a tu vida. Vive cada minuto de sesenta segundos
que te lleven al cielo. Sé amable y delicado con todos. Toma tu vida en serio,
porque sólo se vive una sola vez, no hay una segunda oportunidad,. Aprovecha el
tiempo al máximo y da lo mejor de ti mismo. Vive cada momento con gratitud y
generosidad. Dale a tu Padre Dios los “Buenos días” cada mañana al despertar.
No te lamentes de tu pasado para deprimirte, sino para arrepentirte y
rectificar tus errores. El amor,
construyen la eternidad. Sin amor, estarás “muerto eternamente.
¿QUE ES EL CIELO?
“El cielo es la Plenitud del amor”
El cielo es la completa y
eterna felicidad junto a Dios y a los santos, a los ángeles , junto a la virgen
María, junto a Jesús, consiste ver a Dios cara a cara tal cual es y amarlo
perfectamente durante toda la eternidad,
Dice el Apocalipsis que, en el cielo, los elegidos “verán el rostro de Dios y llevarán su nombre sobre la frente. No habrá ya noche ni tendrán necesidad de luz de antorchas ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos” (Ap 22,4-5). “El mismo Dios estará con ellos y enjugará las lágrimas de sus ojos y la muerte no existirá más, ni habrá duelo ni gritos ni trabajo, porque todo esto es ya pasado” (Ap 21,3-4).
Dice el Apocalipsis que, en el cielo, los elegidos “verán el rostro de Dios y llevarán su nombre sobre la frente. No habrá ya noche ni tendrán necesidad de luz de antorchas ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos” (Ap 22,4-5). “El mismo Dios estará con ellos y enjugará las lágrimas de sus ojos y la muerte no existirá más, ni habrá duelo ni gritos ni trabajo, porque todo esto es ya pasado” (Ap 21,3-4).
San Pablo nos cuenta
su propia experiencia: “Sé de un
hombre en Cristo que hace catorce años, si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no
lo sé, Dios lo sabe, fue arrebatado hasta el tercer cielo. Ysé que este hombre,
si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe, fue arrebatado al
paraíso y oyó palabras inefables que no se pueden expresar” (2 Co
12,2-4). “Ni el ojo vio ni el oído oyó
ni vino a la mente del hombre lo que Dios tiene preparado para los que le aman”
(1 Co 2,9).
¿QUE ES EL INFIERNO?
el infierno es
eterno, no porque Dios lo quiera, sino porque ellos así lo quieren. Si por un
imposible, los condenados se arrepintieran, serían inmediatamente perdonados
por Dios. Su misericordia es infinita y más grande que todos los pecados de
todos los hombres juntos. Lo triste es que se han decidido contra Dios para
siempre y nunca se arrepentirán. Es el gran misterio de la libertad humana y
del gran respeto que Dios tiene por el hombre, a quien respeta, aun cuando
desee vivir eternamente lejos de El.
El infierno se lo crea el propio condenado. al momento de la muerte, Dios se nos presentará con todo su amor divino y nos dará la oportunidad de sentir su amor y tener la opción, plenamente conscientes, de amarlo o rechazarlo para siempre. ¿Cuál será tu opción? Piensa que el infierno también puede ser una realidad para ti. Cada pecado que cometes te va alejando poco a poco de Dios y de su amor. Si quieres ir al infierno, el pecado es el camino más fácil y más rápido. Cuanto más graves sean tus pecados, más hundido estarás en tu propio infierno desde ahora y tu corazón estará más lleno de odio, violencia y maldad.
El infierno será tu triste final, si vives encerrado en ti mismo y rechazas amar, servir, ayudar y hacer el bien a los demás.
El infierno será tu propia cárcel, construida por ti mismo, una cárcel de odio y violencia, donde nunca podrás ser feliz.
El infierno será la oscuridad y la tristeza total, la esclavitud eterna de Satanás y sus secuaces, será una vida eterna con los demonios.
¿Por qué no te decides ahora mismo por amar a Dios y a los demás? ¿Por qué no te arrepientes de tus pecados? ¿Por qué no le pides a Dios insistentemente la gracia de la salvación? No te condenarás sin quererlo. No tengas miedo. Si quieres ser bueno, aunque seas débil, Dios será tu fortaleza. Tú decide hacer el bien en vez de hacer el mal, decide amar en lugar de odiar.
Recuerda que el infierno es no querer amar y no poder decir JESÚS jamás.
El infierno se lo crea el propio condenado. al momento de la muerte, Dios se nos presentará con todo su amor divino y nos dará la oportunidad de sentir su amor y tener la opción, plenamente conscientes, de amarlo o rechazarlo para siempre. ¿Cuál será tu opción? Piensa que el infierno también puede ser una realidad para ti. Cada pecado que cometes te va alejando poco a poco de Dios y de su amor. Si quieres ir al infierno, el pecado es el camino más fácil y más rápido. Cuanto más graves sean tus pecados, más hundido estarás en tu propio infierno desde ahora y tu corazón estará más lleno de odio, violencia y maldad.
El infierno será tu triste final, si vives encerrado en ti mismo y rechazas amar, servir, ayudar y hacer el bien a los demás.
El infierno será tu propia cárcel, construida por ti mismo, una cárcel de odio y violencia, donde nunca podrás ser feliz.
El infierno será la oscuridad y la tristeza total, la esclavitud eterna de Satanás y sus secuaces, será una vida eterna con los demonios.
¿Por qué no te decides ahora mismo por amar a Dios y a los demás? ¿Por qué no te arrepientes de tus pecados? ¿Por qué no le pides a Dios insistentemente la gracia de la salvación? No te condenarás sin quererlo. No tengas miedo. Si quieres ser bueno, aunque seas débil, Dios será tu fortaleza. Tú decide hacer el bien en vez de hacer el mal, decide amar en lugar de odiar.
Recuerda que el infierno es no querer amar y no poder decir JESÚS jamás.
“El
Infierno es el rechazo eterno del amor”
¿Acaso prefieres
vivir en ese mundo tenebroso del miedo, odio, violencia y maldad, que será tu
infierno eternamente? ¿Crees que vale la pena conseguir toda clase de placeres,
dinero y poder a cambio de tu alma? Recuerda que el diablo existe y no tendrá
compasión de ti.
Pero, mientras hay vida, hay esperanza. Procura alejarte cuanto antes de este camino, que puede ser sin retorno. Para Dios no hay nada imposible. Confía en Él. No dejes para mañana lo que debes hacer hoy. Después podría ser demasiado tarde.
Acércate a Dios y dile con amor en este mismo instante: “Dios mío, perdóname todos mis pecados y ten compasión de mí. Yo te amo y yo confío en Ti “. Repítelo muchas veces y después acude al sacramento de la confesión. Y encontrarás el perdón y la paz. Una paz sin límites, que nadie puede darte, sino sólo Dios. Te deseo que seas feliz. Jesús te espera y te ama. Él te ha creado para el cielo. No lo olvides.
Pero, mientras hay vida, hay esperanza. Procura alejarte cuanto antes de este camino, que puede ser sin retorno. Para Dios no hay nada imposible. Confía en Él. No dejes para mañana lo que debes hacer hoy. Después podría ser demasiado tarde.
Acércate a Dios y dile con amor en este mismo instante: “Dios mío, perdóname todos mis pecados y ten compasión de mí. Yo te amo y yo confío en Ti “. Repítelo muchas veces y después acude al sacramento de la confesión. Y encontrarás el perdón y la paz. Una paz sin límites, que nadie puede darte, sino sólo Dios. Te deseo que seas feliz. Jesús te espera y te ama. Él te ha creado para el cielo. No lo olvides.
¿QUE ES EL PURGATORIO?
El purgatorio es una penosa purificación para hacer capaz al alma de gozar plenamente de la felicidad del paraíso ¿Quién podría decir que es cruel quitarle la pelusa del ojo a alguien para que pueda disfrutar de la belleza del paisaje? ¿Quién consideraría una crueldad el hacer tomar al enfermo de estómago una amarga medicina para que pueda disfrutar del banquete al que está invitado? El alma, en el purgatorio, es una alma enferma que necesita las medicinas de los sufragios, oraciones y misas para sanarse y ser feliz. En el purgatorio, debemos pagar hasta el más mínimo pecado y lavar la más mínima mancha. Por eso, no debemos dejar pasar fácilmente los pecados veniales, como si no tuvieran importancia. Todo pecado, hasta el más pequeño, es una imperfección y una falta de amor a Dios. Aquellos que dicen: “Con un rinconcito en el cielo me conformo”, no saben lo que dicen. Tendrán grandes padecimientos con vivísimos deseos de hacer las buenas obras que no hicieron y verán a muchas almas a quienes han privado de sus buenas acciones. Toda pereza y todo desinterés por mejorar se convertirá en el más allá en gran tormento del alma.
Es un estado de purificación donde están todas las almas que luego verán la gloria de Dios, allí se purificaran de todas las “manchas” o consecuencias negativas de nuestros pecados. Es como pasar el alma por el fuego del amor de Dios. Este fuego de amor divino hace felices a los bienaventurados y, su falta, hace infelices a los condenados Y es que después de la muerte, el alma experimenta el amor de Dios con tal intensidad que siente la imperiosa necesidad de amarlo con todas sus fuerzas, pero no puede, porque está “enferma” por las secuelas de sus pecados y necesita purificarse. Es como un enfermo de los pulmones que quisiera respirar sin dificultad y necesita primero curarse para poder respirar a pleno pulmón. Así también el alma quiere amar a Dios con toda su capacidad y sufre, porque no puede amarlo en plenitud. Sin embargo, lo grande de todo este misterio es que la misericordia de Dios permite que los vivos puedan suplir por los difuntos y así puedan sanarse más rápidamente. el purgatorio es algo de eso, un retraso impuesto por nuestra impureza antes del abrazo pleno y definitivo con Dios. El purgatorio es como un deseo inmenso de Dios, un deseo loco de amar a Dios en plenitud, que hace sufrir lo indecible al alma que espera.
Por eso, decía Santa Catalina de Sena: “Qué maravilloso debe ser el cielo, cuando Dios exige una purificación total, tan dolorosa al alma”.
Santa Faustina Kowalska dice en su Diario: “Hoy he conocido interiormente en lo profundo de mi alma lo horrible y espantoso que es el pecado, aun el más pequeño. Preferiría padecer mil infiernos antes que cometer aún el más pequeño pecado venial” (15-3-1937).
TEXTOS BÍBLICOS QUE NOS HABLAN DEL PURGATORIO
Jesús dice que “no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo” (Mt 5,26).
“Ya que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del juicio”
(Mt 12,36).
Por eso, “cada uno mire cómo edifica... si con oro, plata, piedras preciosas o maderas, heno, paja... Aquel cuya obra subsista recibirá el premio y aquel cuya obra sea consumida sufrirá el daño; él, sin embargo, se salvará, pero como quien pasa por el fuego” (1 Co 3,10-15).
Jesús dice que hay pecados que no se perdonarán ni en este mundo ni en el otro, dando a entender que otros sí. Dice: “Quien hable contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este mundo ni en el otro” (Mt 12,32).
Por lo tanto, “es bueno y piadoso orar por los difuntos para que sean liberados de sus pecados”
(2 Mc 12,43).
Porque en el cielo “no puede entrar nada manchado”
(Ap 21,27).
Sólo los limpios de corazón, como dice Jesús, verán a Dios (Mt 5,8).
Por eso, San Pablo desea la misericordia de Dios en el día del juicio para su fiel auxiliar Onesíforo: “Que el Señor le dé hallar misericordia en aquel día” (2 Tim 1,18).
(Ángel Peña, agustino recoleto, O. A. R)
¿COMO
PODEMOS AYUDAR A NUESTROS FIELES DIFUNTOS QUE SE ENCUENTRAN EN EL PURGATORIO?
La
iglesia somos todos, somos una familia y como familia nos amamos, nos
preocupamos, nos ayudamos.
La
Iglesia esta integrada por los que viven en la tierra, por los que viven en el
cielo y por los que están en el purgatorio.
- Los que
vivimos en la tierra somos LA IGLESIA
MILITANTE ó IGLESIA PEREGRINA
- Los que
viven en el cielo son LA IGLESIA TRIUNFANTE
- Los que
viven en el purgatorio son LA IGLESIA PURGANTE
La Iglesia peregrina
honró desde los primeros tiempos del cristianismo con gran piedad el recuerdo
de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones... Nuestra oración por
ellos puede, no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en
nuestro favor.
¿Por qué y para qué rezar por las ánimas benditasdel Purgatorio?
DIOS DESEA QUE LAS AYUDEMOS
Ellas son los amigos más queridos. El desea ayudarlos; El desea mucho tenerlos cerca de Él en el Cielo. Ellas nunca más lo ofenderán, y están destinadas a estar con Él por toda la Eternidad. Verdad, la Justicia de Dios demanda expiación por los pecados, pero por una asombrosa dispensación de Su Providencia El pone en nuestras manos la posibilidad de asistirlos, El nos da el poder de aliviarlas y aún de liberarlas.
Nada le place mas a Dios que les ayudemos. El está tan agradecido como si le ayudáramos a El.
NUESTRA MADRE QUIERE QUE LOS AYUDEMOS
Nunca, nunca una madre de esta tierra amó tan tiernamente a sus hijos fallecidos, nunca nadie consuela como María busca consolar sus sufrientes niños en el Purgatorio, y tenerlos con Ella en el Cielo. Le daremos gran regocijo cada vez que llevamos fuera del Purgatorio a un alma.
LAS BENDITAS ANIMAS DEL PURGATORIO NOS DEVUELVENEL MIL POR UNO
Pero qué podremos decir de los sentimientos de las Santas Almas? Sería prácticamente imposible de describir su ilimitada gratitud con para aquellos que las ayudan! Llenas de un inmenso deseo de pagar los favores hechos por ellas, ruegan por sus benefactores con un fervor tan grande, tan intenso, tan constante, que Dios no les puede negar nada.
Santa Catalina de Bologna dice :"He recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho mas grandes de las Santas Almas (del Purgatorio)".
Cuando finalmente son liberadas de sus penas y disfrutan de la beatitud del Cielo, lejos de olvidar a sus amigos de la Tierrra, su gratitud no conoce límites. Postradas frente al Trono de Dios, no cesan de orar por aquellos que los ayudaron.
Por sus oraciones ellas protegen a sus amigos de los peligros y los protegen de los demonios que los asechan.
No cesan de orar hasta ver a sus benefactores seguros en el Cielo, y serán por siempre sus más queridos, sinceros y mejores amigos.
Si los católicos solamente supieran cuan poderosos protectores se aseguran con sólo ayudar a las Animas benditas, no serían tan remisos de orar por ellos.
(del libro "Léeme o Laméntalo")
¿COMO AYUDAR A LAS ALMAS?
Aprendamos la manera de ayudar a nuestros familiares difuntos y de preparamos a morir lo mejor posible.
Oremos por las almas del purgatorio. Es una de las mejores obras de caridad que podemos hacer.
- Oír Misas, ofrecer comuniones.
- Promover la devoción a las Animas Benditas.
- Ofrecer Misas especiales por las Animas Benditas.
- La recitación del Santo Rosario (con sus grandes indulgencias) y hacer el Vía Crucis (el cual es ricamente dador de indulgencias), son excelentes vías de ayuda a las almas.
- Dar todas las limosnas que podamos.
- Ofrecer todas nuestras penas y sufrimientos por la liberación de las Almas del Purgatorio.
- Ofrecer sacrificios, ayunos, dolores producidos por las enfermedades, ofrecer oraciones, penitencias, rosarios, coronillas, novenas.
- Ofrecer todas nuestras penas y sufrimientos por la liberación de las Almas del Purgatorio.
- Ofrecer sacrificios, ayunos, dolores producidos por las enfermedades, ofrecer oraciones, penitencias, rosarios, coronillas, novenas.
- Lectura de la Santa Biblia, Adoración a la Eucaristía, Confesiones.
- Ofrecer renuncias en beneficios de las almas del purgatorio.
- Actos de caridad, actos de amor y misericordia por otras personas, rezar por las intenciones del Papa.
- Por último, puedes ayudar a las almas del purgatorio fotocopiando y difundiendo folletos, para que otras personas también puedan ayudarlas.
- O colaborar inscribiéndose en cualquiera de las organizaciones católicas que tienen este apostolado.
ORACIONES POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
"Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las Misas dichas en el mundo en este día, por las Almas del Purgatorio".
Santa Gertrudis
Nuestro Señor le pedía a Sor Consolata que repitiera frecuentemente ese acto de amor hasta ser incesante, es decir, continuamente, porque continuamente van muchas almas al infierno porque no hay quién las salve... Repitamos todo lo que podamos esta Acto de amor:
"JESUS, MARIA, OS AMO SALVAD LAS ALMAS"
para que sean muchas las almas que arranquemos al infierno para hacerlas felices eternamente en el cielo. Las almas que salvamos con este Acto de Amor, será un día nuestra corona de gloria en el cielo.
Deseo - dijo el Señor Jesús a Sor Faustina - que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (... ) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión. (1209)
Octavo día: las almas del purgatorio
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofiécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.
Oración
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí yo que llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misencordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén. (1226-1227)
Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios.
San Isidoro de Sevilla
Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí.
Santo Tomás
¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Amén
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN DEL PADRE PIO
Padre Pio era un gran Santo! Las almas lo buscaban constantemente, y él les ofrecía la potente misa de dos horas que el oficiaba diariamente así como sus ofrendas personales por su liberacion. El sabía de la importancia, el poder, de la súplica. El tambien sabía del poder del sufrimiento. El sabía que TODO lo que IMPORTA es hacer la Voluntad de Dios.
El Santo ardía de amor por los pobres pecadores y por las benditas almas, tanto que sentía la necesidad de ofrecerse a si mismo al Señor por ellas.
Oración
"Oh Señor, Padre Jesucristo; te suplico viertas sobre mí, todos los castigos que son para los pecadores y las ánimas benditas del purgatorio; multiplica sobre mí los sufrimientos, conque conviertes y salvas a los pecadores, y lìbralos pronto del tormento del purgatorio ".
Padre Pio.
ORACIÓN PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas almas del Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados.
A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a mis hermanos y parientes.
Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales.
Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos.
Ayudad a cuantos debo amor y oración.
Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado.
Ayudad a los que han faltado contra mí.
Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección.
Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos.
Ayudad a los que os desean más ardientemente.
Ayudad a los que sufren más.
Ayudad a los que están más lejos de su liberación.
Ayudad a los que menos auxilio reciben.
Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia.
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres.
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo.
Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho.
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado.
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos.
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte.
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante.
Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado.
Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes.
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas.
Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis.
Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica.
Ayudad a los defensores de la santa fe.
Ayudad a los caídos en los campos de batalla.
Ayudad a los sepultados en los mares.
Ayudad a los muertos repentinamente.
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.
V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amén.
CORONILLA A LAS ALMAS DEL PURGATORIO
coronilla a las Almas del Purgatorio, breve y simple de rezar, para que nos unamos cada día al pedido que Jesús le hizo a tres almas santas:
a Santa Gertrudis la grande, a Santa Faustina Kowalska y a Sor Maria Consolata Betrone.
A estas tres esposas Jesús les pidió especial devoción por las almas purgantes, les mostró los sufrimientos de las almas en el lugar de la purificación, les enseñó el misterio del purgatorio, y también les entregó oraciones para realizar por las almas.
Conjugando las revelaciones que Jesús hizo a estas tres almas es que surge esta Coronilla:
Se reza con las cuentas de un Rosario tradicional.
Introducción: Oh Sangre y Agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ustedes confío. (Se repite tres veces)
Padrenuestro, Avemaría y Credo.
Jaculatoria, se reza antes de iniciar las cuentas pequeñas: Padre Eterno, te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadisimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por las Benditas Almas del Purgatorio, y por los pecados y pecadores del mundo entero.
En cada una de las diez cuentas de cada decena se reza: Jesús, María os amo, salvad las almas.
Entre las decenas se reza la Jaculatoria.
Al final del Rosario, se reza en las tres últimas cuentas antes de la Cruz: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Conjugando las revelaciones que Jesús hizo a estas tres almas es que surge esta Coronilla:
Se reza con las cuentas de un Rosario tradicional.
Introducción: Oh Sangre y Agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ustedes confío. (Se repite tres veces)
Padrenuestro, Avemaría y Credo.
Jaculatoria, se reza antes de iniciar las cuentas pequeñas: Padre Eterno, te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadisimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por las Benditas Almas del Purgatorio, y por los pecados y pecadores del mundo entero.
En cada una de las diez cuentas de cada decena se reza: Jesús, María os amo, salvad las almas.
Entre las decenas se reza la Jaculatoria.
Al final del Rosario, se reza en las tres últimas cuentas antes de la Cruz: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Oración por los difuntos dictada a María Valtorta:
...escribo todo lo que Jesús dicta:
"Llega el mes dedicado a los difuntos. Ruega así por ellos:
¡Oh Jesús!, que con tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán eternamente los 'hijos de Dios', concede la santa resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de tu Sangre, por las lágrimas de María, por los méritos de todos los Santos, abre tu Reino a sus espíritus.
¡Oh Madre!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con tu Hijo cesó en el gozo de tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos.
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: 'He aquí que la paz se abre para vosotros'.
Amados, tan queridos, no perdidos sino separados, que vuestras oraciones sean para nosotros el beso que añoramos, y cuando por nuestros sufragios estaréis libres en el beato Paraíso con los Santos, protegednos amándonos en la Perfección, unidos a nosotros por la invisible, activa, amorosa Comunión de los Santos, anticipo de la perfecta reunión de los 'benditos' que nos concederá, además de gozarnos con la visión de Dios, el encontraros como os tuvimos, pero sublimados por la gloria del Cielo".
CORONILLA MEDITADA A LA VIRGEN MARÍA
Primer misterio:Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre, en la noche de vuestra dolorosa Pasión y cruel agonía en el huerto de las Olivos.Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Segundo misterio:Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre con el tormento de los crueles azotes que sufristeis amarrado a una columna.Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos.
Tercer misterio:Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió Vuestro amantísimo Corazón y el de vuestra Purísima Madre con la cruel coronación de espinas, burlas y escarnios.Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Cuarto misterio:Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en el encuentro de la calle de la Amargura caminando con pesada cruz de nuestros pecados.Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Quinto misterio:Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en las tres horas de mortal agonía y afrentosa muerte en la Cruz.Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.Se concluye esta coronilla rezando el Credo y la Salve.
Liberaremos incontable cantidad de Almas del Purgatorio, las cuales nos pagarán 10000 veces mas.
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Procuremos tomar en serio nuestra vida y no olvidemos de que existe el infierno, como Nuestro Señor Jesucristo se lo hizo ver a los tres pastorcitos de Fátima o a Sta. Teresa de Jesús. Ella nos dice que fue tal su impresión que “por librar una sola alma del infierno pasaría por muchas muertes de muy buena gana”.
Que la ilusión de ir al cielo nos estimule a ser buenos.
Allí viviremos en Comunidad con Jesús, María y con y todos los santos y ángeles. Y será tanta nuestra felicidad que “ni el ojo vio ni el oído oyó ni vino a la mente del hombre lo que Dios tiene preparado a los que le aman (1ª Cor 2, 9).
“Estoy seguro que los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación de la gloria que ha de manifestarse en nosotros” (Rom 8, 18).
Que la ilusión de ir al cielo nos estimule a ser buenos.
Allí viviremos en Comunidad con Jesús, María y con y todos los santos y ángeles. Y será tanta nuestra felicidad que “ni el ojo vio ni el oído oyó ni vino a la mente del hombre lo que Dios tiene preparado a los que le aman (1ª Cor 2, 9).
“Estoy seguro que los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación de la gloria que ha de manifestarse en nosotros” (Rom 8, 18).
Los santos no viven aislados en su mundo celestial, sino que nos aman, nos ayudan y se preocupan de nosotros.
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Todos los santos han creído en el purgatorio y han orado intensamente por las almas que allí están necesitadas.
La beata Ana Catalina afirma en sus Obras: “Siendo ya mayor iba a Misa temprano a Koesfeld y para orar mejor por las Ánimas benditas tomaba un camino solitario. Muchas veces las veía de dos en dos delante de mí como brillantes perlas. El camino se me hacía claro y yo me alegraba de que las ánimas estuvieran en torno mío y me ayudaran, porque las amaba mucho”... “Con frecuencia mi ángel me exhortaba a ofrecer por ellas mis sufrimientos y yo lo enviaba a mover los corazones de los enfermos para que también ellos ofrecieran sus sufrimientos por estas almas necesitadas”.
Santa Gema Galgani escribe en su diario: “Hoy deseo padecer por los pecadores y en especial por las almas del purgatorio, en particular por N.N.--- Me ha dicho mi ángel custodio que esta tarde Jesús quiere hacerme sufrir algo más por un alma del purgatorio”.
Santa Verónica Giuliani en su Diario escribe: “Mi ángel me obtuvo que una de estas almas me hablase y me dijo: Tened compasión de mí. No hay criatura viva que pueda penetrar lo atroces que son estas penas. Tened compasión de mí. La encomendé a la Virgen y me pareció ver la dicha de esa alma que me dijo: Ahora he sabido que presto saldré de aquí por vuestra caridad. Gracias... Al poco tiempo la vi libre de las penas y toda bella y gloriosa con un grandísimo esplendor. Parecía un nuevo sol y puesta junto al sol natural, ella habría sido más luminosa, y el sol mismo, junto a ella, parecía tinieblas”.
Santa Margarita María de Alacoque en carta de abril de 1683 dice: “Nuestra Madre me permitió pasar toda la noche del Jueves Santo a favor de las Almas del Purgatorio delante del Santísimo Sacramento y allí estuve rodeada de estas pobres almas con las que he contraído una estrecha amistad, y a las que llamo mis amigas pacientes”... En su autobiografía escribe: “Estando un día ante Jesús Sacramentado, de repente se me presentó una persona rodeada de llamas por todas partes y me dijo: Le ruego me aplique por espacio de tres meses los méritos de todas sus obras y oraciones... Así lo hice y al cabo de tres meses la vi de nuevo resplandeciente de gloria y subir al Cielo, prometiéndome ser mi protector ante Dios”. En carta de 2 de Mayo de 1683 nos dice que “esta mañana, domingo del Buen Pastor, dos de mis buenas amigas pacientes han venido a decirme adiós en el momento de despertarme. Una de ellas era la buena Madre Monthoux y la otra Juana Catalina Gascón, que me repetía sin cesar: El amor triunfa, el amor goza... Como yo les rogara que se acordasen de mí, me han dicho que la ingratitud jamás ha entrado en el cielo”.
PREPARÉMONOS A MORIR LO MEJOR POSIBLE
Con serenidad, con confianza. Para nosotros la muerte no es "nada del otro mundo". Nos fijamos en Jesús cuando vio que su muerte se aproximaba y tratamos de tener sus mismas actitudes y su confianza en el Padre Dios:
"Adelantándose unos pasos, se inclinó hasta el suelo, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39)
Hay que aprender a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida. Esto se logra poco a poco, fiándonos de Dios, poniendo en Él nuestra confianza. Los cristianos sabemos que todo no acaba con la muerte. Sabemos que el amor es más fuerte que la muerte.
Cuando muere una persona que queremos, nuestro amor hacia ella permanece intacto y, aunque pasen los años, el amor no muere nunca. Si hemos amado a Jesús con toda nuestra vida y con todo nuestro corazón, podemos decir con el apóstol san Pablo:
"Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia. Pero si viviendo en este cuerpo puedo seguir trabajando para bien de la causa del Señor, entonces no sé qué escoger. Me es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí; pero por otro lado, es más necesario por causa de ustedes que siga viviendo." (Filipenses 1, 21-24).
Con serenidad, con confianza. Para nosotros la muerte no es "nada del otro mundo". Nos fijamos en Jesús cuando vio que su muerte se aproximaba y tratamos de tener sus mismas actitudes y su confianza en el Padre Dios:
"Adelantándose unos pasos, se inclinó hasta el suelo, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39)
Hay que aprender a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida. Esto se logra poco a poco, fiándonos de Dios, poniendo en Él nuestra confianza. Los cristianos sabemos que todo no acaba con la muerte. Sabemos que el amor es más fuerte que la muerte.
Cuando muere una persona que queremos, nuestro amor hacia ella permanece intacto y, aunque pasen los años, el amor no muere nunca. Si hemos amado a Jesús con toda nuestra vida y con todo nuestro corazón, podemos decir con el apóstol san Pablo:
"Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia. Pero si viviendo en este cuerpo puedo seguir trabajando para bien de la causa del Señor, entonces no sé qué escoger. Me es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí; pero por otro lado, es más necesario por causa de ustedes que siga viviendo." (Filipenses 1, 21-24).
"La Muerte no es el Final" - Coro Cantaré
MATERIAL DE INFORMACIÓN SOBRE LA ORACIÓN POR DIFUNTOS
ENLACES (dale clik a cada enlace)
- Desde los comienzos del cristianismo (NUEVO TESTAMENTO) y aún antes(ANTIGUO TESTAMENTO) -en la tradición judía- la oración por los difuntos ha sido una costumbre que no se ha interrumpido nunca.
- El cristianismo en sus primeros siglos no rechazó el culto para con los difuntos de las antiguas civilizaciones.
http://www.primeroscristianos.com/origenes/item/759-la-devocion-a-los-difuntos-en-el-cristianismo-primitivo
- "Las catacumbas hablan de la solidaridad que unía a los hermanos en la fe: las ofrendas de cada uno permitían la sepultura de todos los difuntos, incluso de los más indigentes, que no podían afrontar el gasto de la compra o la preparación de la tumba.
http://www.primeroscristianos.com/index.php/catacumbas
CATEQUESIS VIRTUAL DEL P. DIEDIR (Colombia)
EL PURGATORIO
benditas siempre mis trece animas benditas.
ResponderEliminarAmén.
EliminarGRACIAS A LAS ALMAS BEDITAS DEL PURGATORIO POR CUIDARNOS Y PROTEGERNOS...
ResponderEliminarAmén. ♥
EliminarBenditas y liberadas sean por amor de Dios las almas del purgatorio.
ResponderEliminarsi pueden resolverme una pequeña duda.... ¿los fantasmas son las mismas ánimas que no pueden entrar en el cielo y tampoco fueron al infierno?
Que la uz infinita de Dios brille ante uds todos los días.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Dios te bendiga querido hermano(a)! he buscado la respuesta a tu pregunta y encontré esta respuesta del P. Jordi:
ResponderEliminarNo confunda "fantasmas" (que no existen) con las almas de difuntos. Todos los humanos tenemos alma y cuando morimos esas almas irán al cielo o al infierno o, temporalmente al purgatorio, en camino al cielo.
Por lo General, las Benditas Almas han visitado a personas piadosas o en camino a la santidad. Entre las personas que han recibido visitas de las Benditas Almas: Santa Gemma Galgani, el Papa San Gregorio Magno, Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Génova, Santa Faustina, Sta. Margarita María, y otros.
¡No se puede negar el testimonio de tantos santos reconocidos por la Iglesia!
FUENTE: http: //www.corazones.org/
Les recomiendo las Oraciones de San Gregorio
ResponderEliminarIndulgencias:
Cada día: 14.185.149 años de indulgencia.
En Viernes el doble.
En Viernes Santo: 8 indulgencias plenarias.
http://oracionesydevocionescatolicas.com/oraciones_san_gregorio.htm
Quitar la publicidad de UNICEF por favor !!. En la ONU son abortistas todos, con una mano matan niños y con la otra piden dinero a través de "Unicef".
ResponderEliminarDad el dinero a Cáritas, Ayuda a la Iglesia Necesitada etc que no gastan en sueldos millonarios como los de UNICEF y no matan bebés con la otra mano.